Lo primero que debemos tener claro es que no hay una fórmula perfecta que nos diga exactamente qué debemos comer… Y eso es algo bueno. Hay muchísimas opciones y solo debemos buscar lo que nos gusta y nos ayuda al mismo tiempo.

La Nutricionista Tatiana Vargas nos dice que lo más importante es tener una alimentación variada, que tengamos ingesta de todos los grupos de comida y que, además, sea una alimentación personalizada. Recordemos que lo que le sirve a una persona, puede que no le sirva a alguien más.

Si bien no todos necesitamos los mismos nutrientes, hay alimentos con características específicas que sí son beneficiosos para cualquier persona. Por ejemplo, los alimentos con bajo índice glicémico. Y, ¿qué significa eso? El índice glicémico nos dice qué tan rápido nuestro cuerpo absorbe el azúcar de ese alimento. Estos alimentos incluyen: comidas no refinadas que contengan fibra, frijoles, lentejas, garbanzos, harinas integrales, avenas, tortillas de trigo y maíz, vegetales no harinosos, fresas, moras, arándanos, mango, jocotes, peras y guayabas.

Otros alimentos que no deben faltar son aquellos que nos dan energía, como los carbohidratos y las frutas. Sin embargo, es importante que los carbohidratos, en la medida de lo posible, no sean refinados, pues el cuerpo los procesa de una manera diferente y no son tan beneficiosos. El arroz, las tortillas y el pan integral son una buena opción.

“La constancia y calidad del alimento influyen en una dieta balanceada”, dice la Dra. Vargas. Lo que quiere decir que debemos procurar comer a los tiempos indicados, las porciones indicadas, pues esta es la mejor manera de tener un balance y recibir todos los nutrientes que necesitamos.